Tan solo estuve el verano
y tan ávido de fiesta
que rompí el trato
y una noche fui porreta.
Mientras tú, paloma
en tu lecho descansabas
confiando en mi palabra.
Fui cruel y taimado
por una jornada oculté
que yo no había fumado.
Miedo, poca oportunidad
me tuviste que rogar
para contar lo acaecido.
La astilla de hielo clavóse
lastimando nuestro amor
por ganarme esa noche
perdí nuestro esplendor.
¿Dónde estará la confianza
y sinceridad que tú plantaste?
¿Y dónde la añoranza
de lo bonito de antes?
Si yo pierdo mi tesoro
por no alzar la voz
¡que me cueste sudor
pero yo me reformo!
La mala acción truncó lo que pudo
una noche, una relación
¿Se acabó toda la pasión?
Cambiaré, ¡así no soy yo!
Lagos de lágrimas
infiernos de dolor,
cielos de rimas
y nidos de pasión.
He empezado muchas buenas cosas contigo
acabaré con las malas
seré el buen José sincero
¡Dios será su testigo!
Si tal vago deseo en estas sombras
no pudiese ver cumplido yo
no lo firmaría con este candor…
¡no soy un forajido!
Todo el tiempo que quieras
decide con buen tino
diga lo que diga el reloj
tu mente te da la respuesta
te dirá cuál es tu sino.
Espero ver que aciertas.
Bueno por la cosa está un poco claro de qué iba el tema, ¿no?
Ahora ya todo eso queda tan lejano… pero todavía recuerdo los barullos que me supuso la aventura, menos mal que visto ahora es todo bastante tontería, y el arrepentimiento efectivamente surgió, y no volvió a pasar nada parecido.
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